Corella

Corella, rica en cultura, exquisita en gastronomía

Cada año cientos de foráneos, especialmente llegados del País Vasco, se acercan a Corella a presenciar una de las procesiones más espectaculares de toda Navarra

Mes más frío de l normal en Navarra
photo_camera La Estanca, un enclave que rebosa de tranquilidad, serenidad y vida. Mucha vida

Cada año cientos de foráneos, especialmente llegados del País Vasco, se acercan a Corella a presenciar una de las procesiones más espectaculares de toda Navarra y declarada de interés turístico por el Ministerio en 1967 por ser una de las cincuenta más características y originales de España.

La procesión recorre las principales calles del casco antiguo de la localidad y destaca por la majestuosidad de sus pasos, llevados a hombros por los cientos de corellanos que participan. El silencio sepulcral te sumerge de lleno con cada paso. Las cadenas arrastradas por pies desnudos, el fuerte golpeo de las lanzas de los alabarderos o los hombres y mujeres portando cruces de más de 4 metros son también algunos de los momentos más espectaculares. Pero quizás el momento culmen llega en la cuesta de San José, cuando la Verónica limpia la cara a Jesús con un paño blanco, quedando impresa la imagen del rostro en el mismo.

Si tan espectacular es la procesión de Corella es también gracias a su arquitectura barroca, con espectaculares palacios como la casa de las Cadenas, la de los Virto de Vera, el Ayuntamiento, la Casa de los marqueses de Bajamar o la de Arrese, al lado de la iglesia de San Miguel.

Corella también destaca por su tradición gastronómica y sus rondas de vinos durante el fin de semana, tanto el sábado antes de cenar como el domingo a la hora del vermut, o durante los festivos. Los diferentes bares corellanos ofertan los mejores vinos de la tierra y hacen gala de sus pinchos, algunos de ellos con productos típicos de Corella como es el cardo rojo. 

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Naturaleza

También podemos sumergirnos en la tranquilidad que nos dan dos de sus lagos: la Estanca y la Estanquilla. Especialmente en el primero se puede pasear en paz y armonía acompañado de los árboles y las especies que habitan en el agua. Mientras, a lo lejos se ven Yerga y el Moncayo. 

Y si buscas un paseo más largo tienes la posibilidad de recorrer el río Alhama, que durante estos días trae abundante agua y está amurallado por diferentes árboles, que resguardan el alimento de las cigüeñas, una de las aves emblemáticas de la ciudad.