Cintruénigo

X Semana sin humo: La vida sin tabaco sabe mejor, también en tu casa

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Sólo un entorno libre del humo del tabaco al 100% puede protegerte a ti, a tus hijos y a tu familia de los graves problemas que causa el aire contaminado por el humo de tabaco.

El tabaquismo pasivo o la inhalación del aire contaminado por el humo de tabaco (ACHT) provoca: enfermedades respiratorias agudas y síntomas respiratorios crónicos, asma y agravamiento de los síntomas asmáticos en niños y adultos, enfermedades agudas y crónicas del oído medio, enfermedad isquémica coronaria (angina de pecho, infarto de miocardio, etc.), cáncer de pulmón, de senos nasales y de mama, síndrome de la muerte súbita del lactante.

Los más pequeños son los más perjudicados ya que no pueden evitar voluntariamente la exposición al ACHT. Además, no existe ningún nivel seguro de exposición, ni ningún dispositivo que elimine el humo de tabaco, ni sus productos tóxicos del ambiente, por lo que te aconsejamos que: evites siempre y en cualquier circunstancia, estar expuesto al humo de tabaco, en tu casa, en el coche, en casa de familiares y amigos y en lugares públicos. Siempre que puedas, escoge ambientes libres de humo cuando estés fuera del hogar.

Y si todavía fumas, hazlo siempre fuera de la casa o de cualquier lugar cerrado. Si fumas en un balcón o en una galería, cierra completamente la puerta de acceso a la vivienda, esto protegerá a los demás y a ti de las consecuencias del tabaquismo pasivo.

Y si no te planteas dejar de fumar, ¿sabes cuáles son los beneficios cuando lo dejas? Independientemente de la edad que tengas, obtienes siempre un beneficio para la salud: detienes el deterioro de tu función pulmonar y tendrás menos infecciones respiratorias, el riesgo de padecer cáncer baja muy rápidamente y sigue bajando durante años, tu riesgo de infarto cardíaco baja a la mitad, si estás embarazada, además de ser un beneficio para ti, disminuyes las complicaciones en el desarrollo de tu futuro hijo/a y en el parto.