Tudela

Matemáticas y transistores para la última jornada

tudeweb.jpg

El Tudelano todavía puede ser campeón de grupo matemáticamente. Es la mejor noticia que saca en claro el conjunto de Mandiola de cara a la última jornada de liga regular, una cita de infarto en la que las matemáticas y los transistores (o, en su defecto, los resultados en vivo en las webs deportivas) serán los ingredientes principales de un explosivo guiso futbolístico. Ante la UD Logroñés, el conjunto blanquillo ha tenido opciones más que reales de llevarse los tres puntos, aunque también ha sufrido en la primera mitad y ha tenido que fajarse con valentía y raza ante un rival de muchos quilates. Un esfuerzo descomunal aplaudido con pasión por los cerca de 3.000 aficionados que han desafiado a la lluvia en el Ciudad de Tudela.

Quizás fue la lluvia la que apelmazó a ambos conjuntos en el inicio del encuentro. Ante los balones divididos, los cuerpos de los blanquillos y los riojanos chocaban con dureza y sonoridad, empapándose del césped mojado y resbaladizo y de algunas salpicaduras de barro. Una puesta en escena de tintes épicos, con cánticos cruzados de las dos aficiones, pero muy poco fútbol vistoso y demasiado batallador. En ese terreno, la UD Logroñés le puso una marcha más a su motor y agobió por momentos a un Tudelano algo bloqueado por lo emocional del partido y menos fluido que en otras ocasiones.

No hubo ocasiones reseñables en la primera mitad. Sólo algún acercamiento por banda de un inspirado Titi y un explosivo Luis Morán, que pusieron en algún brete momentáneo a la zaga local. El colegiado pudo quizás haber frenado la excesiva dureza en algunas acciones, especialmente por parte del equipo riojano. A Paris le arrollaron sin balón y a Valero también le dejaron algún que otro recado. El conjunto entrenado por Pouso terminó el primer periodo con cuatro tarjetas amarillas en su casillero. Todo un resumen de la intensidad de su defensa. La lluvia cesó por algunos momentos y los ánimos caldeados parecieron tomarse también un respiro, enfriándose justo antes de desembocar en el añadido del primer periodo.

Tras la salida de vestuarios, el Tudelano dio no uno, sino dos pasos firmes al frente. Bravo dejó de pelearse en la medular para pasar a manejar con buen tino su habitual periscopio de pasador. Paris, por su parte, encontró los huecos que le gustan para trastear como un niño desatado por el carril izquierdo. Y Delgado... Delgado simplemente se puso el traje del emperador, haciendo de la banda derecha su feudo infranqueable y una vía por la que abrir agujeros en la zaga logroñesa. Mandiola dio entrada a Iván Martín, otro mosquetero de sangre caliente al que le gusta apuntarse a los bombardeos como el que buscaba el Tudelano en ese instante.

La afición se contagió de las revoluciones y, en el ecuador del segundo periodo, Óscar Valero les puso los pelos de punta con un trallazo de zurda al larguero ante el que Miguel, el meta menos goleado del grupo, ya estaba vendido. Después, las acometidas llegaron de manera constante con internadas por banda y, sobre todo, a balón parado. En una falta directa, Víctor Bravo colocó el esférico en la escuadra derecha del arquero riojano y Jacobo, en su versión más solidaria, sacó el preciso tiro de los locales de la misa línea con la cabeza.

Samanes, que entró por Ibai, había ingresado en el campo para dar otro aire por la derecha, y también protagonizó varias carreras con desborde que, sin embargo, no encontraron una pierna o una cabeza que rematar la faena. La UD Logroñés tuvo también su ocasión en un contraataque, pero los palos también se han hecho amigos de Pagola y su récord de imbatibilidad. El duelo terminó prácticamente con el Logroñés encerrado y con varios balones que se pasearon por las inmediaciones del área pequeña visitante. En Santander, un gol de Mikel Santamaría en propia puerta a poco del final dejaba el empate (2-2) en el electrónico y la emoción para la última fecha de una temporada histórica. Pase lo que pase, el Tudelano se ha ganado con creces soñar hasta el final. El 'playoff' ya es un premio, pero quedar primeros puede endulzar la tarta como la mejor guinda posible. El acierto y la suerte tendrán la última palabra.

Ficha técnica

TUDELANO: Pagola; Delgado, Jonathan, Lalaguna, Paris; Chema Mato, Lázaro; Valero (Azpilicueta, m.79), Ibai (Samanes, m.71), Víctor Bravo; y Hugo Díaz (Iván Martín, m.61).

LOGROÑÉS: Miguel; Barreda, León, Sanfelices, Paredes (Santos, m.46); Adrián Cruz (Chevi, m.61), Jacobo, Titi (Carlos, m.69), Iker Alegre, Luis Morán; y Pere Milla.

ÁRBITRO: Díez Cano (Comité castellano-leonés), asistido por Gómez y Cuesta. Amonestó por el Tudelano a Lázaro, Samanes, Víctor Bravo y Delgado. Por la UD Logroñés, a Luis Morán, Barreda, Adrián Cruz, Pere Milla y Carlos.

INCIDENCIAS: Unos 3.000 espectadores en el Ciudad de Tudela, alrededor de 120 llegados desde Logroño.