Con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años, se han convertido en la cantera de un club que, con apenas diez años de vida, ha logrado que un deporte tan ligado a Tudela como es el piragüismo goce de nuevo de la popularidad que se merece. Es el joven equipo de palistas del club Ebro Kayak y tras entrenarse en aguas del Ebro y formarse en las instalaciones municipales de Ribotas, ya han participado en varias regatas, como las celebradas en Puente La Reina, Logroño, Gallur y Zaragoza, en categorías que van desde Alevín a Cadete. “Aunque todavía no tienen un gran nivel, da gusto verles remar pues tan sólo se preocupan de disfrutar del evento y hacer la prueba de la mejor manera que se pueda”, comenta Roberto Val, vicepresidente del club tudelano. Y es que, según explica, el objetivo de estos primeros años “debe de centrarse en coger confianza en sí mismos y de disfrutar con la actividad. Los resultados llegan cuando hay disciplina y estos mismos son los que alimentan la motivación para entrenar”, afirma Val, quien agradece la colaboración de sus padres para poder organizar a otras localidades.
Y es que dar a conocer este deporte es una de las máximas del club tudelano. Para ello, y en colaboración con el Ayuntamiento de Tudela, se encargan de la gestión de la Escuela Deportiva de piragüismo de la ciudad. Una labor de difusión de este deporte que mejorará en breve con el saneamiento de la orilla izquierda del río Queiles y la construcción de un embarcadero. Además, está prevista la construcción de un hangar y medios de entrenamiento en tierra.
