Recuerdo que llegada una edad, tenías que decidir tu futuro, trabajar o estudiar. Si era estudiar, ciencias, letras. Aconsejados por unos y otros, aparentemente, teníamos decidida una dirección que tomar.
En el caso de la tudelana Carla Ayensa Arano no había duda. Su futuro estaba claro. Su pasión, su meta era jugar al fútbol Sala.
Una adolescencia ligada a su club, CD Cantera de Cascante, le hizo que, junto a esa generación que ha marcado una época gloriosa y capitaneada por Roberto Cristóbal, ganaran todo lo ganable, tanto en categoría cadete como en juvenil.
Era el momento de tomar la decisión.
Una niña de ya dieciocho años que tiene que volar de casa para continuar con su pasión.
El deporte femenino no tiene la misma estructura que el masculino y las posibilidades de progresión son infinitamente menores.
Pero su ilusión, su energía, su fuerza y su juego, avalada también por sus goles, le hacían poder presentar su currículum para la temporada siguiente en un equipo de liga Nacional.
Con la ayuda de su entrenador, Roberto Cristóbal y toda la gente que le apoyaba, se abrió la puerta de un club con solera, recién ascendido a la máxima categoría, UCAM ElPozo de Murcia.
Además de una jugadora de proyección, es lista e inteligente y, aprovechando la coyuntura, fue becada para estudiar Enfermería.
Así pues, comenzó la temporada 2016-2017, con la máxima ilusión pero el cambio era abismal.
Había dejado de jugar con niñas y jugaba con mujeres experimentadas al más alto nivel, Primera División. Entrenos, y entrenos, sudores y lágrimas, consiguieron que se hiciera un sitio en el equipo y que poco a poco entrara en juego.
Pero, casi a mitad de temporada llego lo que nadie espera, y en un partido contra el Atlético de Madrid, se rompió el ligamento cruzado de la pierna izquierda.
Quedaban por delante nueve meses de durísima recuperación, de gimnasio y de centros de rehabilitación.
Pero si algo tiene Carla, a pesar de sus diecinueve años, es fuerza y coraje, personalidad y valentía.
Superó ese calvario y, después de tantear en diciembre de 2017 la pista y algún partido con el equipo preferente, comenzó 2018 con su equipo, estrenándose contra Soto del real.
Esperemos que Carla encuentre ese estado de forma óptimo, olvidada ya su lesión, y con la confianza de su técnico Juan Alcaraz “Juanito”, colabore a llevar a su equipo a los lugares más altos de la clasificación.
Que puedas seguir disfrutando de tu sueño y que nosotros podamos ver, durante mucho tiempo, a una tudelana en los puestos más altos del fútbol sala femenino.
