El FC Barcelona, y especialmente la familia culé a lo largo de todo el mundo, vivió una Semana Santa teñida mediáticamente por el fallecimiento de Johan Cruyff, una leyenda del club blaugrana y uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. En unos días llenos de homenajes, uno de ellos llegó de forma casual de los pies de un jovencísimo chaval de Tudela. Alejandro Domínguez, a prueba con el Benjamín del Barça, marcó dos de los tres goles culés en la final de la Íscar Cup La Liga Promises ante el Espanyol (3-1). Por caprichos del destino, lo hizo con el ‘14’ de Cruyff a la espalda.
Este joven tudelano de 9 años fue uno de los jugadores más destacados del equipo en el torneo. Su talento viene de lejos. En categoría benjamín, juega con los chavales de un año más que él en el Alevín C del CD Lourdes. Los ojeadores que suelen moverse por los campos de Santa Quiteria durante los fines de semana no le han quitado ojo. Osasuna, Real Madrid, Barcelona y Athletic Club fueron algunos de los ‘cocos’ del fútbol español que tantearon al chaval, que en un principio se decantó por el Real Madrid. Con el club de Conchaespina jugó desde febrero de 2015 algún torneo puntual y triangulares en Valdebebas.
La apuesta del Barça
Sin embargo, la oportunidad del Barcelona también era interesante y la familia de Alejandro recibió en Navidad una invitación para que el chico probara con la zamarra azulgrana en el torneo de promesas de Íscar. “La prueba ha sido muy positiva y Alejandro acabó muy contento con la experiencia”, señala su padre, Fernando.
"Mis jugadores favoritos son Messi, Iniesta y Gareth Bale"
Alejandro Domínguez
Jugador benjamín del Lourdes y el Barça
"La oportunidad de estar dos años en el FC Barcelona es única; va a ser duro, pero merece la pena"
Fernando Domínguez
Padre de Alejandro
Tanto es así que la apuesta por el club blaugrana es decidida y, a partir de agosto, su padre y él vivirán en la ciudad condal, donde el joven tudelano formará parte de la plantilla alevín. “En principio, si todo marcha bien, la estancia va a ser de dos años, hasta que cumpla los 12. Entonces nos dirán si se queda y, en ese caso, ya podría entrar en La Masía y continuar su formación bajo la tutela del club. Pero de momento me marcho con él. Mi mujer se queda en Tudela a cargo del negocio familiar. Va a ser duro, pero la oportunidad lo merece”, señala su progenitor.
Alejandro es un chico tímido, que habla poco pero que, al mismo tiempo, esboza una sonrisa constante cada vez que se le pregunta por algo relacionado con el fútbol. “De Cruyff he visto muy poco, sólo en vídeos de Internet”, se sincera el pequeño, que juega de mediocentro y atesora unas enromes cualidades técnicas y tácticas para su corta edad, algo apreciado por los ojeadores. “Los jugadores que más me gustan son Messi, Iniesta y Bale”, afirma.
Aunque dice sin ambages que le gustaría ser futbolista de mayor, Domínguez tiene bien aprendida la lección. Lo primero, los estudios. “Es algo que en el propio club dejan claro a los chavales y él lo sabe también. Esa etapa es para que la disfrute, porque es un niño y porque hoy puedes estar ahí y mañana ya no, quién sabe”, afirma su padre. Ilusión y ganas no le van a faltar a este joven al que le gusta “mucho más dar asistencias que marcar goles”. “Cuando vuelva a Tudela de vez en cuando, iré a ver a mis amigos y compañeros del Lourdes”, asegura, siempre con su sonrisa bien puesta y reluciente.
