Como responsable de las concejalías de Turismo, Comercio e Industria, Sofía Pardo tiene en las Jornadas de Exaltación de la Verdura uno de los puntos marcados en rojo en el calendario de trabajo municipal. Este año, además, se da la circunstancia de que las fiestas trascenderán el ámbito puramente tudelano para implicar a otra quincena de municipios de la Ribera, un trabajo en red que desde el consistorio valoran positivamente.
Todo el componente de ocio que proyecta esta semana y media de actividades se complementa con otros intangibles que también benefician a la ciudad y a la comarca. “Además de la parte obvia de celebración y folclore, las Jornadas de Exaltación de la Verdura son también una oportunidad para otros ámbitos, como puede ser el de la atracción empresarial. Quizás se trabaja de una forma más anónima, pero salen cosas”, asegura la concejala de I-E.
Pardo hace referencia a las visitas a la ciudad y a su entorno que habitualmente se realizan en el marco de las jornadas, normalmente relacionadas con la industria agroalimentaria y sus posibilidades de desarrollo. “El año pasado, una delegación de la ciudad alemana de Kleve, de tamaño similar a Tudela pero con un enorme grado de desarrollo en lo que a formación se refiere, quedó encatada con su presencia en Tudela”, añade Pardo.
La edil coincide con Rafael Remírez de Ganuza en su definición de estas jornadas como “las segundas fiestas de Navarra después de San Fermín”. “Estoy de acuerdo con ese diagnóstico, por cantidad de entidades implicadas y de visitantes”, señala Pardo, quien recuerda que las Jornadas de la Verdura son una de las épocas del año en las que el turismo vive su máximo esplendor en la ciudad. “Junto con la Semana Santa y el mes de agosto, son los momentos en los que más visitantes recibimos y desde la hostelería se nos transmite que las Jornadas suponen su mejor momento económico”, asegura la concejal de Turismo.
“Turismo de calidad”
No obstante, y pese a la gran incidencia de las jornadas, Pardo insiste en dos ideas clave sobre el significado de la verdura para Tudela y la Ribera. Una, la necesidad de desestacionalizar el producto, factor que desde hace años se trabaja con iniciativas como Inverdura o el Concurso del Tomate Feo. La segunda, la búsqueda de un turismo “de calidad”, en consonancia con la propia calidad de los productos puestos a disposición del visitante.
