El Carnaval de Villafranca goza de una merecida fama que ha trascendido con mucho sus propios límites geográficos y de las localidades que la rodean. Los trabajados y vistosos disfraces de la villa ribera, constituyen motivo de curiosidad para cientos de personas que se acercan hasta la misma para contemplar ‘in situ’, lo que se ha dado en llamar ‘El sandrónomo de la Ribera’. Grandes y pequeños se afanan en mejorar y aún superar, año tras año, el difícil listón que los villafranqueses han puesto a su Carnaval. A partir de ahora, los mejores trajes y disfraces carnavalescos permanecerán expuestos a la curiosidad de propios y extraños en la Casa de Cultura de Villafranca hasta el 31 de marzo, en un intento por no perder esa ‘riqueza cultural’ y esa fama que han sabido ganarse.
De esta forma, pueden contemplarse, en una improvisada exposición, los disfraces de las carrozas y comparsas ganadoras del pasado Carnaval y aún otros que, a pesar de no haber ganado, merece la pena conservarlos y admirarlos. Una colección de fotografías alusivas al carnaval, completa éste intento de crear un museo permanente al respecto.
