Tudela

Un estreno de notable

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Aunque en un principio, cuando el Ayuntamiento anunció que para las fiestas del año pasado se iba a modificar el recorrido del encierro hubo muchas dudas, críticas y caras de sorpresa y escepticismo, lo cierto es que, una vez pasadas las fiestas, gran parte de esas dudas se disiparon para dar paso al reconocimiento de que, en general, los cambios introducidos en esta popular carrera habían pasado la prueba con nota

Mejorar el encierro

El nuevo recorrido convenció, al final, tanto al público como a los corredores, y la novedad de que los toros de los festejos taurinos de la tarde fueran los que corrieran el encierro, tampoco dejó indiferente a nadie, añadiendo una mayor espectacularidad, si cabe, a este acto ya de por sí emocionante.

Y finalmente, sí parece que se ha conseguido ese protagonismo de los corredores, ya que, el trazado actual incluye cinco curvas de unos 90 grados, que facilitan la carrera a quienes participan en ella. En este sentido, durante las pasadas fiestas de Santa Ana, fueron muchos los “profesionales del encierro” que se acercaron hasta Tudela para estrenar este nuevo recorrido y estudiar sus características.

Sin embargo, aunque todo parece indicar que los corredores quedaron, en general, bastante satisfechos, habrá que esperar a las fiestas que ya se avecinan, para comprobar si, realmente, este encierro de Tudela ha gustado entre los corredores profesionales y si la capital ribera puede pasar a formar parte de las ciudades navarras con mejores encierros, como la es el caso de la indiscutible Pamplona o también de Tafalla, ambas, localidades con mucha tradición en lo que respecta a este popular acto, con el que se inician la mayoría de las jornadas de las fiestas patronales de muchas localidades.

Este nuevo trazado, que transcurre a lo largo de cerca de 850 metros por las calles Ángel Frauca, cuesta de la Estación, Camino Caritat, Baquero Jacoste y avenida Zaragoza, para finalizar, como siempre, eso sí, en la plaza de toros de la ciudad, fue diseñado especialmente pensando en los corredores.

Y es que, el encargado de realizar la modificación del recorrido, el ex-concejal de Festejos del Consistorio tudelano, Ignacio Pérez Garde, sigue insistiendo, desde el primer momento en el que se puso en marcha este proyecto, en que siempre tuvo muy claro que “no iba a hacer un encierro para que se lucieran los toros, ya que mi intención siempre ha sido hacer un encierro para los corredores. Para mí lo importante en este acto son los corredores, por eso pensé en el trazado que se estrenó el pasado año, porque si quieres darle más importancia a los toros, lo único que hay que hacer es quitar cabestros y, de este modo, cobran más fuerza. Sin embargo, yo quería dar a los corredores un buen encierro, con tramos de diferentes longitudes y con curvas en las que poder incorporarse o retirarse de la carrera“.

Dispositivos de seguridad

Pero antes de situar a Tudela en esta categoría junto a la Tafalla o la capital Navarra, todavía faltan por acometer algunas mejoras en el encierro para que quede completamente terminado. Como reconoce el propio Pérez Garde, “el recorrido, que era lo básico, ya está hecho. Ahora cada año habrá que ir mejorando algunos aspectos, que ya se pueden ir haciendo poco a poco, hasta que quede perfecto”.

En este sentido, entre las modificaciones que aún restan por hacer, hay que destacar las de los corrales. El pasado año ya se iniciaron una serie de obras para adecuar estas instalaciones, ubicadas en la calle Ángel Frauca, a los toros de lidia que iban a correr el encierro, ya que son animales que necesitan otro tipo de cuidados y, sobre todo, mayores medidas de seguridad. Sin embargo, aquellas obras se realizaron de forma provisional para poder estrenar el nuevo recorrido en 2006. Por ello, a lo largo de todo este año, se está continuando con esta reforma en los corrales, para acondicionarlos, definitivamente, tal y como exige el actual encierro tudelano.

Así, según explica Ignacio Pérez Garde, que se ha encargado de supervisar e incluso diseñar los nuevos corrales de la capital ribera, “para estas fiestas tendremos unos corrales mucho mejor preparados que no tendrán nada que ver con las antiguas instalaciones. Además, vamos a hacer una reforma para que desembarquen allí las corridas y que la gente pueda entrar a ver los animales desde una pasarela, antes de cada festejo, como se hace en otras muchas localidades”. Por otro lado, en lo que respecta al resto de dependencias de estos nuevos corrales tudelanos, se va a hacer una división en varias corraletas independientes, para desembarcar y aparcar la corrida y también para la salida de los animales. Asimismo, se ha diseñado una sala de piensos, un despacho para veterinarios y Policía Foral y también un dormitorio para los pastores y mayorales que quieran permanecer allí.

Por su parte, el Consistorio de Tudela ya ha pensado qué uso le dará a estas instalaciones el resto del año, cuando no se empleen para guardar el ganado. “Está pensado todo al milímetro, el año que viene, el nuevo Ayuntamiento de la ciudad va a cubrir los corrales porque la verdad es que tener unas instalaciones de estas características para usarlas sólo durante una semana al año no resulta rentable. Por eso, la intención es cubrirlos para usarlos durante el resto del año como almacén y guardar allí todo el material que se usa en los encierros, como las maderas del vallado, las puertas, etc.”, asegura Pérez Garde.

Pero los corrales no son las únicas instalaciones que necesitan una reforma, la “chata” de Griseras también debe someterse a diversas obras para mejorar, principalmente, las medidas de seguridad en el momento de la entrada de los toros en el recinto. “Este año se va a subsanar un problema que no pudimos resolver en las fiestas anteriores por falta de tiempo, y es el acceso a la plaza de toros. Es necesario hacer varias puertas para facilitar a la gente el paso a la plaza y que no tengan que estar saltando el vallado, como ocurrió el año pasado”, confirma el ex-edil de Festejos. Esta modificación se unirá a la que ya se hizo en 2006 en el coso tudelano para ampliar la puerta de entrada de los toros, que resultaba demasiado estrecha para el nuevo recorrido del encierro y podía dar lugar a los peligrosos "embudos" que se forman cuando los corredores entran al mismo tiempo en la plaza.

Miuras y victorinos. Balance de los encierros de 2006

Todas estas reformas y las que ya se acometieron el año pasado se han ideado para incrementar la seguridad, tanto de los corredores como del público durante el encierro.

Asimismo, también se pusieron en marcha otro tipo de dispositivos con los que se preservó la integridad de quienes asistieron a esta carrera. Es el caso de la instalación del doble vallado, una de las medidas indispensables y requeridas por la legislación, para poder organizar un encierro con toros de lidia. Para estrenar el nuevo recorrido del encierro, el Ayuntamiento de Tudela tuvo que realizar diversas obras previas, en las calles por las que discurre este trazado, para poder montar en ellas el nuevo y doble vallado. En total, el Consistorio destinó una partida cercana a los 480.000 euros para realizar los cajones en los que se colocan los maderos del vallado y también, para la adquisición de los nuevos tablones y pilastras con los que se vallaron las calles del encierro.

Pero este dispositivo, tan sólo sirve de protección a los corredores si el público también respeta las normas. Así, aunque durante los encierros del pasado año la mayoría de la gente se situó detrás del segundo vallado para ver el encierro, también hubo personas que, a pesar de las indicaciones de los cuerpos de seguridad, prefirieron ubicarse junto al primero. “La gente debe entender que el espacio que queda entre los dos vallados está reservado, exclusivamente, para los equipos sanitarios y para que los corredores puedan saltar con seguridad. No se puede permitir que nadie se sitúe ahí porque es un peligro para ellos y también para los corredores. Supongo que será la falta de costumbre, pero hay que habituarse a cumplir esa norma”,se lamenta el ex-edil de Festejos.

Por otro lado, también se incluyeron dentro del trazado cuatro puertas de seguridad, que impiden a los toros volverse atrás, con el peligro que ello implica, así como la incorporación de nuevos corredores que vayan detrás de la manada. En este sentido, Ignacio Pérez Garde señala que “algunas personas ya se quejaron el pasado año de la denominada zona de reagrupamiento, la que se crea entre la salida de los corrales y la cuesta de la estación, donde hemos colocado una puerta de seguridad. Los corredores deben entender que esta zona de reagrupamiento es muy peligrosa y que no podemos dejar que comiencen a correr desde ahí. Esta zona está pensada para que si un toro se queda retrasado se le pueda cerrar el paso hasta que se reagrupe, de nuevo, toda la manada”.

Tal como se pudo comprobar en las pasadas fiestas, el aspecto de la seguridad del encierro se cuidó hasta el más mínimo detalle. Además, de todos los dispositivos citados anteriormente, este acto también estuvo acompañado por un gran número de personas que se ocuparon de velar por la seguridad de los participantes. Así, entre agentes de seguridad, como Policía Foral y Municipal, personal sanitario de Cruz Roja y del Hospital Reina Sofía, miembros de Protección Civil y responsables encargados de los animales, como pastores y dobladores, se contabilizaron más de 250 personas. Asimismo, en lo que respecta al tema sanitario, cabe destacar que su dispositivo se incrementó con cuatro ambulancias y una UCI móvil en la que se contaba, incluso, con la presencia de un cirujano. Un buen equipo de seguridad que, tal como indica Pérez Garde “es necesario para un encierro de estas características y que, además, estuvo muy bien coordinado y funcionó perfectamente”.

Teniendo todo esto en cuenta, se puede concluir que el nuevo recorrido del encierro de Tudela fue todo un éxito ya que, incluso los corredores, verdaderos protagonistas de este acto, coincidieron al admitir que el diseño del trazado es bueno y que correr los toros de lidia es todo un acierto aunque, “es una pena que no podamos tener todos los días encierros con los toros de las corridas, ya que no hay festejos taurinos toda la semana y, por lo tanto, siempre tendremos encierros mezclados”, se lamenta Julián Marín, uno de los corredores habituales del encierro tudelano.

A pesar de este inconveniente, tras haber participado en los encierros de las pasadas fiestas de Santa Ana, la sensación general entre los corredores es bastante buena. La mayoría cree que se ha ganado en espectacularidad y vistosidad, algo que repercute directamente en el público, que también experimentó un notable incremento el año pasado, al igual que el número de corredores.

Sin embargo, todavía quedan algunos aspectos por mejorar, como “la primera parte del recorrido, hasta la mitad de la subida de la cuesta de la Estación, que a mí me parece que queda un poco desangelada ya que la gente no puede correr en ese tramo. El resto, sin embargo, está muy bien, hay buenas curvas y tramos para todo tipo de corredores”, señala Marín.

Asimismo, otro aspecto que también destacan los participantes de este acto es la rapidez de los nuevos encierros. A pesar de incluir diversas curvas que consiguen frenar la velocidad de la manada, algunas de las carreras concluyeron en poco más de cuatro minutos, un tiempo casi récord teniendo en cuenta el nuevo trazado.

De cualquier forma, la satisfacción general por la modificación de este acto ya se dejó notar el pasado año. Ahora toca esperar a las próximas fiestas para comprobar si realmente, merece el notable