Después de casi diez años de andadura Trinquete se ha hecho un camino sólido y diferenciado en el sector gastronómico, tanto a nivel nacional como internacional. Los pilares fundamentales de este restaurante son, según sus propias palabras, el equipo que día a día ponen su esfuerzo en el buen funcionamiento de Trinquete y en su prosperidad: en la sala, Elena Pérez y Adriana Cordón; en cocina y cultivo, Santi Cordón y su joven equipo y, por último, sus tres huertas familiares donde cuidan de todas las verduras que sirven en el restaurante y alimentan sus preciadas gallinas casi salvajes de forma natural y respetando las costumbres.
Hablamos con sus protagonistas para que nos cuenten algo de esta nueva etapa de Trinquete que, sin lugar a dudas, va a marcar un antes y un después en la cocina tudelana.
Explíquenos brevemente en qué va a consistir ese cambio tan profundo que va a experimentar Trinquete
Más que un cambio, lo llamaría un camino, una bifurcación. Desde que comenzamos nuestra andadura en este estilo de vida, lo hicimos desde el respeto al alimento a la tierra y a las personas, ese camino nos produce una satisfacción plena y decidimos aumentar esa felicidad aumentando la cantidad de los alimentos que nos proporcionan ese placer de comer.
Explicado brevemente, todo lo que no podamos cultivar en nuestras huertas y recolectar en los montes cercanos, va a ser alimento ecológico, justo, bueno, limpio y lo más cercano que se pueda de Tudela.
¿Tiene algo que ver esta filosofía con los recientes premios y menciones internacionales que están recibiendo?
Sin duda todo está conectado, somos parte del ecosistema y cuando lo cuidas, él te cuida y te une a las personas que creen que un cambio está en marcha. Al final el camino se marca solo y cuando empiezas a respetar la tierra y sus ciclos todo se equilibra haciéndote mucho más feliz.
¿Qué va a encontrar el que se acerque a vuestro restaurante en esta nueva etapa?
A partir del próximo año solo trabajaremos con alimentos, cercanos, justos y puros en un local totalmente reformado y orientado y adaptado al mejor disfrute del alimento de proximidad.
Las personas que nos quieran acompañar en esta andadura podrán seguir disfrutando de la temporalidad de nuestras verduras naturales propias, con la posibilidad de recolectarlas ellos mismos y redescubrir sabores inmediatos al cortar el alimento, buscarán los huevos entre los árboles, disfrutarán de una selección de los mejores alimentos ecológicos cercanos que hemos podido encontrar como: pollo silvestre, jaca navarra, vaca pirenaica, cerdo pio, aceites ecológicos de aquí, quesos artesanos, sales vivas, vinos de la tierra ecológicos, leguminosas y arroces de las Bardenas, hongos y trufas del Moncayo y tierra Estella, y un largo etcétera por venir.
En resumen hemos trazado un pequeño círculo alrededor de Tudela y dentro de él nos hemos hermanado con las personas que elaboran esos alimentos con la misma filosofía que nosotros, para, juntos, crear una experiencia gastronómica increíble, siempre tratando de respetar cada alimento y dándolos a conocer a todo el que nos visita y se quiera involucrar en nuestra cocina y nuestro estilo de vida.
