Tudela

Sufrir un ictus aumenta la probabilidad de padecer demencia

Las enfermedades cerebrovasculares constituyen un grave problema de salud pública y una pesada carga socioeconómica. Los estudios epidemiológicos en España sugieren una incidencia de 150 casos por 1.000 habitantes al año. Aproximadamente el 50% de los supervivientes de un ictus tienen algún grado de incapacidad, de los que cerca del 20% requieren institucionalización a largo plazo.

Los factores que predisponen a sufrir un ictus se dividen entre los que no son modificables como la edad, el género o la raza, y los que son modificables y, por lo tanto, prevenibles como la hipertensión arterial, diabetes, dislipemia, obesidad, tabaquismo y la apnea del sueño.

En todos los países de nuestro entorno la mortalidad por ictus ha disminuido y esto puede deberse a una disminución de su incidencia derivada de la prevención primaria de la enfermedad vascular o a un aumento de la supervivencia, y por lo tanto de la prevalencia, debido a los mejores cuidados durante la fase aguda y las siguientes.

Entre el 50 y el 85% de los cerebros de personas que mueren entre 80-90 años tienen lesiones cerebrovasculares apreciables. Los tipos de patología vascular en el cerebro del anciano incluyen:

1.- Angiopatía amiloidea cerebral.

2.- Ateroesclerosis cerebral, enfermedad de pequeño vaso (en la mayoría de los casos causada por hipertensión) o degeneración microvascular (tortuosidad, lipohialinosis o fibrosis)

3.- Disfunción de la barrera hematoencefálica que causa lesiones en la sustancia blanca (WMLs), microinfartos, microsangrados, infartos lacunares.

“Recientes investigaciones, -explica el Dr. Gil Gregorio, Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital San Carlos de Madrid-,  indican que los factores vasculares juegan un papel patogénico en el desarrollo de demencia”. Esto es debido a que se deteriora el delicado balance entre los requerimientos energéticos y el aporte sanguíneo resultado en una regulación al alza (up regulation) de la producción de beta amiloide y un deterioro en la eliminación de beta amiloide.