Tudela

Sí que podemos

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A pesar de nuestras diferencias, hombres y mujeres se han juntado en parejas siempre y en todo lugar. Lo cierto es que como ya la propia palabra “pareja” indica, nos juntamos en pares, no dejando lugar entonces así a terceras personas. Debido a esto, aunque hay diferencias culturales, por lo general el adulterio o infidelidad estaría penalizado o al menos mal visto.

Pero si hay un error en nuestra cultura es pensar que “pareja” significa también paridad, es decir, igualdad o similaridad entre las partes. ¡Nada más lejos de la realidad! Nos enamoramos de lo que admiramos en la otra persona o lo que es similar a nosotros, pero eso normalmente se queda ahí y empieza a crecer la lista de diferencias en tanto se reconoce que, como es lógico, el otro no soy yo, es decir, es alguien muy diferente a nosotros. Hemos pues de construir un puente con tolerancia y paciencia en ese abismo que se genera entre lo que es y lo que nos gustaría que fuera. Validando la singularidad del compañero y trabajando nuestra frustración por que las cosas no son como nos gustaría que fueran, conseguiremos trascender la disparidad y crecer juntos con armonía y madurez.