Las quemaduras provocadas por el sol sufridas por una persona desde su nacimiento hasta los 20 años tienen más probabilidades de padecer cáncer de piel.
Esta situación es, en parte, la causante del aumento de la incidencia de melanomas en la población Navarra, que entre el periodo de 1973 y 2006 creció un 8% en mujeres y un 5% en hombres, según los estudios realizados.
De hecho, se calcula que una de cada cinco personas de piel blanca sufrirá cáncer de piel no melanoma a lo largo de su vida y, aunque la mortalidad que ocasionan es inferior, no hay que olvidar que las secuelas que ocasiona son importantes.
Dentro del cáncer de piel encontramos dos tipos: el cáncer de piel no melanoma se forma en células de la piel que no son las que acumulan el pigmento o melanocitos. En Navarra alcanza a 179 de cada 100.000 personas. El otro tipo, denominado melanoma, comienza en los melanocitos y se pueden expandir por todo el cuerpo. Al año se detectan unos cien casos de este tipo de cáncer.
La suma de la incidencia del cáncer de piel, con y sin melanoma, da como resultado el quinto cáncer por mortalidad en el Estado, sólo por detrás de los pesos pesados, los de próstata, pulmón, mama y colon.
