Todo recuerdo será insuficiente para honrar la memoria de Rosa, la anciana que murió en Reus por pobreza energética. Un mal que dejará este año en España a 5 millones de personas sin calefacción. 7 millones de personas no podrán pagar la luz, pero aquí la haremos brillar inútilmente en adornos y llamadas al consumo.
Mientras tanto, las grandes compañías eléctricas, las mismas que cortan la luz a las Rosas de turno, se niegan a una auditoría que determine el coste real de la electricidad cuyo precio aumentan sin piedad. La Alianza contra la Pobreza Energética y varias asociaciones, denuncian que las tres mayores eléctricas se han embolsado más de 56.000 millones de euros en beneficios desde el inicio de la crisis. Y explican que el actual bono social es una medida cosmética que ha dejado fuera a dos terceras partes de las personas necesitadas mientras subvenciona rentas altas.
Por eso, esta Navidad, es imprescindible denunciar la pobreza energética y sumarse a las reivindicaciones:
1. Prohibición legal de todos los cortes de luz a familias con problemas económicos.
2. Fin a los abusos tarifarios. Aprobación de una tarifa asequible, regulada por el Gobierno.
3. Sustitución del actual bono social por una tarifa de reducida cuantía dirigida a las familias con bajos niveles de renta, sufragada por las eléctricas.
4. Reconocimiento y devolución por parte de las grandes eléctricas de los 3.500 millones de euros que cobraron indebidamente en conceptos de Costes de Transición a la Competencia (CTCs).
5. Auditoría al sistema eléctrico con el objetivo de determinar el precio real de las tarifas eléctricas.
6. Aplicación del tipo de IVA superreducido a la electricidad.
¡Qué menos para que todas las personas podamos brindar por una Feliz Navidad!
Milagros Rubio Salvatierra
