Quedan ya pocos días para que lleguen las Fiestas Navideñas. No se puede ocultar que estos entrañables días caracterizados por la alegría, las reuniones y comidas con familiares y amigos y los regalos, llegan ensombrecidos por una profunda crisis económica. Son muchas las familias que tienen dificultades para llegar a fin de mes, más de 42.000 navarros o navarras están en situación de desempleo y, además, nuestra sociedad vive inmersa en una
crisis de valores agudizada por el desencanto y desconfianza entre nuestros jóvenes sobre su futuro.
En Navidad todos pasamos momentos de nostalgia recordando a seres queridos que ya no están físicamente con nosotros. Quizá sea buen momento también para acordarnos de todos aquellos familiares, amigos y conciudadanos en general, que lo están pasando mal en el plano afectivo y/o económico, y para reflexionar sobre el tipo de sociedad en la que vivimos y cómo nos gustaría que fuese en el futuro.
Debemos de proponernos vivir estos últimos días del año con la misma ilusión de siempre, con la convicción de cumplir las promesas de lo que vamos a hacer desde el 1 de Enero, los que vayan a dejar de fumar posiblemente esta vez lo tengan más fácil, y con la esperanza de un futuro mejor a pesar de los difíciles momentos que, tras el paréntesis navideño, se nos avecinan. La propuesta de unos objetivos claros para afrontar la crisis, indicar un camino recto hacia esos objetivos, sin titubeos, y conocer con información transparente las dificultades que nos vamos a encontrar para alcanzar esos objetivos, y cómo superarlas, nos ayudará a recuperar la confianza.
Con confianza en el futuro y nuestra tozudez característica seguro que superaremos esta complicada situación.
Desde estas líneas, les deseo una Feliz Navidad y que 2011 sea el año en el que volvamos a ver el futuro con optimismo.
