Fitero

“Nadie estamos libres, igual mañana somos receptores”

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Aunque con varios días de adelanto respecto al resto del país, la capital ribera celebró, el pasado sábado, el Día Nacional del Donante de Órganos de la mano de la Asociación Navarra para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (ALCER). El objetivo de este Día ha sido informar y solicitar nuevos donantes de órganos, así como concienciar a la opinión pública de la necesidad existente. “Me gustaría que la gente pensase que nadie estamos libres, que hoy igual podemos ser donantes, pero mañana podemos ser receptores. Nadie sabe lo que puede pasar”, reconocía Emilio Garrido, delegado de ALCER en la Ribera.

“La mayor prueba de amor”

Sin embargo, hacerse donante no es sólo tener un carné. “Lo más importante es estar convencido de que, si algún día te ocurre una desgracia, vas a hacer una buena labor y vas a salvar vidas. Para ello es fundamental informar a la familia de este deseo porque, aunque tú seas donante, por ética siempre se pregunta a la familia”, reconoce Garrido. “Aunque no recuerdo en Navarra ninguna negativa familiar. Éstos se sienten satisfechos de dar su consentimiento”, añadía.

Ante el desajuste entre la demanda de órganos y el número de donantes, la medicina ha optado por otra vía en este ámbito: las donanciones de vivos, una técnica que utilizó el propio Garrido para ceder uno de sus riñones a su hijo y que próximamente se pondrá en marcha en Navarra. “Nosotros lo hicimos en Barcelona, donde se hace mínimo, una a la semana. Según dijo la consejera de Salud aquí ya se han preparado y pronto se llevará a la práctica. Algo que dede la Clínica Universitaria también me han confirmado”, explicaba Garrido.

Algunos han descrito esta donación como la mayor prueba de amor. “De un padre a un hijo hay pruebas de amor constantes, pero incluso si me dicen que lo que me queda de vida se iba a reducir a la mitad, lo hubier hecho”, reconocía Garrido.