La historia de Confecciones y Calzados Amaya está unida a la del tudelano barrio de Lourdes. Y es que fue hace 51 años, coincidiendo con los inicios y construcción de esta popular zona de la ciudad, cuando el matrimonio formado por Jesús Huguet y Amaya Vallejo puso en marcha este conocido comercio en los porches de la plaza anteriormente conocida como Pío XII (actual Padre Lasa). “Mi padre empezó vendiendo colonias, hilos, lanas... y luego fue cuando se especializó un poco más en ropa de señora y caballero”, explica Pili Vallejo.
Una especialización que, con el paso de los años y de la mano de la propia Pili y de su hermano Roberto -actuales responsables del establecimiento- abarca también el mundo del calzado y los complementos. Una apuesta que persigue un sólo objetivo: “dar al cliente un servicio completo”. “Hace seis años decidimos ampliar e introducir el calzado para que la señora o el señor que venga a vestirse pueda salir también con sus zapatos”, explica Vallejo, al mismo tiempo que afirma que ”la comodidad del cliente” es la máxima que persiguen con este producto.
Con un público “fiel” que va de los 30 años en adelante, Confecciones y Calzados Amaya puede presumir de ser uno de los pocos establecimientos capaces de vestir a las personas de la cabeza a los pies, tanto por fuera como por dentro. Y es que a la amplia oferta de productos que ofrecen al público también se suma la ropa interior, así como la bisutería, monederos, bolsos y carteras de fiesta.
En cuanto a las líneas de sus artículos, Amaya sigue las últimas tendencias “pero siempre adaptadas a nuestra tipo de público”. Así, en ropa cuenta con colecciones tanto de sport como para celebraciones, de estilo juvenil y clásico, dirigidas a caballero y señora. Para el verano, tampoco faltarán los bañadores.
Además de la amplia variedad de artículos, la calidad de todos y cada uno de sus productos y la cuidada atención de Pili y Roberto, Confecciones y Calzados Amaya cuenta con otro punto fuerte: el tallaje, oscilando éste de la 42 a 62.
