Arguedas

Los retos ecológicos para el uso turístico de las Bardenas

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La Comunidad de Bardenas se encuentra inmersa en la recta final de la elaboración de su Plan de Turismo, que finalizará previsiblemente cuando termine 2016. El parque natural se adherirá a la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) y se dotará de una metodología que le permita planificar su actividad dentro del uso turístico, uno de los más importantes de Bardenas. Para ello se ha apoyado en un estudio de capacidad de acogida que plantea algunos retos o mejoras en materia ecológica de cara al futuro.

La evolución de las características del suelo en las zonas más transitadas del parque y la incidencia de la presencia de turistas en el comportamiento de las aves rapaces son dos de los aspectos que recoge el trabajo realizado por Europarc España y la Fundación Fernando González Bernáldez. Diego García y Javier Gómez-Limón, responsables del equipo, explicaron en la presentación del estudio en qué consiste la variable denominada capacidad de acogida ecológica. “Queríamos medir de forma objetiva hasta que punto la incidencia de los visitantes al parque afecta a la resiliencia, es decir, a la autocapacidad de los hábitats de revertir ese impacto del turista”, señalaron.

El suelo

Algunas zonas como Sanchicorrota o Castildetierra, que son sin duda emblema del parque y destino de la mayoría de turistas que acoge la Reserva de la Biosfera, presentan, según el estudio, una “evidente pérdida de suelo” y otras consecuencias como el descalzamiento de raíces, (en un 24% de los  puntos de muestreo). “El impacto paisajístico es uno de los aspectos negativos que algunos de los usuarios encuestados señalaron en su valoración”, explicaron los responsables del estudio. Por lo tanto, es destacable también que algunos visitantes toman conciencia de la importancia de la conservación de los espacios.

"Según el estudio de capacidad de acogida, el impacto de los turistas en el suelo y el comportamiento de las rapaces es evidente"

Aunque no se puede aventurar un porcentaje  claro y objetivo de correlación directa entre el comportamiento del turista y los efectos en el hábitat, lo cierto es que los investigadores encargados de acometer el estudio detectaron que en numerosos casos los visitantes al parque incurrieron en conductas prohibidas. Un ejemplo claro es la infracción de trepar por el cabezo de Castildetierra, que es habitual.

Aves rapaces

En lo que al comportamiento de las aves rapaces se refiere, el estudio desgrana que es “evidente  y  necesario  mejorar  la  regulación  del  tránsito  de personas en las áreas de nidificación de grandes rapaces”. “Parece que el estacionamiento de vehículos en la zona provoca mayor estrés a los ejemplares observados que el propio tránsito de vehículos por  la pista perimetral, así  como la concentración de  las intrusiones en breves espacios de tiempo”, reza literalmente el fragmento del informe dedicado a las rapaces. Cabe recordar que Bardenas ya ha puesto en marcha restricciones de acceso en las épocas de nidificación.

Concretamente, en la zona de La Ralla, el estudio muestra porcentualmente, la reacción de las aves en el momento en el que detectaban la presencia de intrusiones de turistas en puntos cercanos a su zona. En un 6% la reacción era de huida y en un 45% de indiferencia. Eso sí, el porcentaje más alto lo dibuja el 49% de los casos en los que las aves mostraban una situación de inquietud y alarma.

Ante estas observaciones, los responsables del estudio de capacidad de acogida ofrecieron también algunas recomendaciones. Aumentar el perímetro de protección a 500 metros en las zonas de grandes rapaces o un refuerzo del vallado perimietral en zonas como Castildetierra fueron algunos de esos consejos trasladados a los gestores del parque. Ahora le llega el turno para la Comunidad de Bardenas a la hora de adecuar su Plan de Turismo a estas necesidades en clave medioambiental.