Casos de aprovechamiento en vivo de animales
El consejero de
Desarrollo Rural, Medio
Ambiente y Administración
Local, José Javier Esparza, se
reunió con
representantes de la Unión de
Agricultores y Ganaderos de
Navarra (UAGN), a los que ha
trasladado las líneas de trabajo
que el Departamento está
llevando a cabo con respecto a
la modificación del actual sistema de alimentación de necrófagas.
Esta modificación conllevará que los ganaderos puedan
desprenderse con mayor facilidad y menor coste económico de los
cadáveres de animales en las explotaciones de ganadería extensiva. Se
estima que los cambios podrán ser efectivos en un plazo máximo de
cuatro meses.
Las modificaciones normativas que está estudiando el
Departamento se enmarcan en las posibilidades que establece el Real
Decreto 1632/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula la
alimentación de determinadas especies de fauna silvestre con
subproductos animales no destinados a consumo humano, y permitirían a
los ganaderos que, de manera controlada, depositen directamente
cadáveres de animales en los puntos de alimentación suplementaria de
aves necrófagas. Además, se está estudiando la posibilidad de que los
ganaderos puedan depositar los cadáveres en una zona concreta de su
explotación para su aprovechamiento por las aves necrófagas.
En definitiva, se trata de racionalizar el actual modelo de retirada de
cadáveres impuesto en toda la Unión Europea a raíz de la crisis de las
vacas locas para pasar a implantar un modelo que respete y se ajuste
mejor al comportamiento natural entre las especies animales. En todo
caso, se seguirán respetando las normas correspondientes de seguridad
sanitaria y alimentaria.
En la actualidad, los ganaderos tienen que cumplir con la obligación de comunicar la muerte de sus cabezas de ganado y solicitar su retirada a un gestor autorizado. Esa
retirada tiene un coste económico, que, en aquellos casos en los que se tiene contratado, queda cubierto
por un seguro que, a su vez, cuenta con subvención del Gobierno de Navarra.
En el caso de que se sospeche que la muerte del animal se ha producido como consecuencia de
cualquier especie protegida, y de forma particular un buitre, el ganadero debe comunicarlo a Medio
Ambiente quien, a su vez, comprueba que efectivamente hay una relación directa entre una y otra
circunstancia. En ese caso, el ganadero recibe una indemnización.
Por otro lado, con el fin de garantizar la conservación del buitre, aportando si fuera necesario la
comida que estos no pudieran obtener en sus zonas cercanas, el Gobierno gestiona una serie de puntos
de alimentación suplementaria de aves necrófagas (PASAN) en los que, una vez realizados los
correspondientes análisis sanitarios, se depositan cadáveres de animales por parte de un gestor
autorizado con el objetivo de complementar la alimentación de este tipo de aves. Estos puntos de
alimentación tienen también el objetivo de fijar a los buitres y resto de aves necrófagas a zonas
concretas.
En estos momentos existen 15 PASAN en Navarra situados en Napal, Lumbier, Carcastillo, Zudaire,
Sangüesa, Gorramendi (Baztan), Garralda, Indurain (Izagondoa), Zandueta, Zurukuain (Yerri), Ochagavía,
Navascués, Bardenas Reales y Roncal, que se utilizan discrecionalmente según las prioridades de
gestión de conservación en cada momento.
En relación con los casos de aprovechamiento en vivo de animales que se han producido en las
últimas semanas, José Javier Esparza ha trasladado a los ganaderos que han participado en la reunión
que “entiende su preocupación”, si bien también ha indicado que “el número de casos registrados hasta
ahora es el habitual en esta época del año, y que está muy ligado al momento en el que se producen los
partos de los animales”. De hecho, a fecha 14 de mayo, el número de reclamaciones solicitadas asciende
a 13, frente a las 20 de 2012, las 16 de 2011, 40 en 2010 y 44 en 2009. Tomando las estadísticas de los
últimos años, el 61,3% de las reclamaciones se producen en los meses de abril, mayo y junio. Por otro
lado, el porcentaje del número de animales que mueren por causas naturales o ajenas a las aves
necrófagas es muy superior al que se producen como consecuencia de estas últimas.