La campaña ‘Deporte Escolar’ que llevan a cabo conjuntamente los ayuntamientos de Cadreita y Villafranca, posee como uno de sus principales objetivos, mantener ocupados y activos a niños y niñas de entre 7 y 11 años de edad.
Desde entonces, los Ayuntamientos de Cadreita y Villafranca se han propuesto, de forma conjunta, ocupar el tiempo libre y el ocio de niños y niñas en la práctica e instrucción de deportes tradicionales como el balonmano, el baloncesto, el fútbol; el volleyball, ect. A estos se les unen otros deportes no tan tradicionales y que en España son minoria y poco practicados, incluso desconocidos. Todas las semanas a lo largo de este curso escolar y de forma alternativa, los polideportivos municipales de estas dos localidades se llenan de niños y niñas que acuden rápido a la llamada de sus respectivos monitores.
Esta semana, en el polideportivo de Villafranca, alrededor de 50 niños bajo la atenta dirección de los monitores Patricia Navarro y Adrián Ciaurre, han estado practicando el ‘Tchoukball’, un juego de similitudes con el balonmano y el volleyball, pero que en España su práctica sigue siendo minoritaria.
Fue creado por un biólogo suizo que buscaba un deporte sin contacto para evitar lesiones. Regulado por la Federación Internacional de Tchoukball, sus primeros mundiales se celebraron en 2004. Se trata de un deporte espectacular a la vista y muy divertido en su práctica. Una de las principales herramientas que contribuyen a una sana convivencia aportando principios de cooperaciónimplementando valores personales que van dirigidos a un crecimiento social. En este deporte, todo contacto físico o interceptación están expresamente prohibidos ya que el espíritu del juego busca la fluidez, la armonía y sobre todo, el juego limpio entre todos los integrantes del juego. Al no existir riesgo de lesiones por golpes, es un deporte que se presta a incluirlo en las programaciones de colegios e institutos.
