Los alfareños revivieron en la noche de este viernes una de sus tradiciones más antiguas, queridas y populares, las hogueras de San Antón. Más de cien fuegos se encendieron a lo largo de todo el casco urbano y de los descampados próximos para reunir a cuadrillas de amigos, vecinos y familiares alrededor de la merienda-cena, buena conversación y gran ambiente festivo.
Como se ha convertido en habitual, la Asociación de Cofrades de San Antón desplazó al fin de semana la celebración, para permitir que sean más quienes pueden sumarse a ella. Así, la tardenoche del viernes fue el momento en el que las hogueras iluminaron la ciudad riojabajeña. Al día siguiente, la cofradía celebró al patrón con procesión y eucaristía en la iglesia del Burgo.
De las más de cien inscritas, la primera en encenderse fue la gran hoguera municipal en la media tarde del viernes en la placeta de San Francisco. Allí, mientras los niños jugaban a su alrededor y sus mayores disfrutaban del ambiente, Ayuntamiento, Asociación de Mujeres de Alfaro y Cáritas se dieron la mano para ofrecer la degustación de chistorra, panceta y patatas asadas en sus brasas. Lo recaudado se destina a Cáritas para que financie sus programas de ayuda.
Como novedad, esta ocasión fue la primera en la que el Ayuntamiento emitió un bando informando a los vecinos de sus obligaciones para encender la hoguera con seguridad, sin dañar el entorno. Y ya se ha convertido en normal que los vecinos y cuadrillas inscriban sus hogueras en el Ayuntamiento: 56 se encendieron en el casco urbano –en las que la Brigada Municipal dejó arena para no dañar el pavimento– y 38 en los descampados próximos. Con todo bien dispuesto, los alfareños disfrutaron esta tradición hasta altas horas de la noche.
