Tudela

Las vacunas no entienden de edades

A parte de los niños o las personas mayores de 65 años, la vacunación en adultos también es necesaria, ya que reduce las muertes en enfermedades prevenibles.



Su implantación ha conseguido erradicar enfermedades tan graves como la viruela o disminuir significativamente otras como la difteria, el tétanos, la poliomielitis o la rubéola. Sin embargo, el miedo a los efectos adversos y a la inyección o no considerarse persona de riesgo, son algunas de las excusas que dan los adultos para no vacunarse, algo que hay que cambiar.