Labores sencillas como estrechar unos pantalones o la cintura de una falda, sustituir una cremallera o coser unos bajos, suponen arreglos por los que han de pasar muchas de las prendas de nuestro vestuario en un momento u otro. Composturas sencillas, pero difíciles de resolver sin la habilidad precisa con la aguja y el dedal.
El ritmo de vida actual no deja mucho tiempo para aprender costura, y son pocas ya las personas que poseen la destreza necesaria para poner a punto su propia ropa, sin tener que verse obligadas a adquirir nuevas prendas...
Por ello, los arreglos de la ropa suponen hoy en día un servicio especializado con una demanda creciente, que requiere un cambio substancial en el concepto y la actividad de las antiguas costureras, oficio casi en vías de extinción. Así, profesionales como Fabiola Navarro Pina ofrecen en establecimientos como La Sastrería de Fabi arreglos sencillos, a un precio razonable y en poco tiempo, lo que supone muchas veces la resolución de más de un incómodo problema que nos lleva de cabeza con nuestras prendas,
y que profesionalmente se puede resolver de forma sencilla.
