Tudela

La nueva imagen de Santa Ana

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Si las fiestas de Tudela tienen una protagonista, esa es Santa Ana. Alojada durante todo el año en la capilla de la Catedral que lleva su nombre, la Patrona tan sólo sale a la calle el 26 de julio. Y lo hace por la puerta grande. Luciendo sus mejores galas y portada a hombros, en apenas dos horas desata todo tipo de “pasiones” entre los miles de tudelanos que la acompañan en su particular cortejo por las calles del Casco Viejo tudelano.

Manto y delantal

Ese es el devenir de la procesión de Santa Ana, un acto cuyos orígenes se pierden en el tiempo y que este año tendrán un valor añadido tras la restauración del manto y la bandera de fiesta que la Abuela luce en su día grande. Con un presupuesto de 3.480 euros, la Congregación de Santa Ana ha sido la que ha corrido con el coste de estos trabajos realizados por la empresa madrileña Kronos.

Regalo de cinco padres agustinos naturales de Tudela residentes en Filipinas, en 1860 llegó a la capital ribera un manto y un delantal bordados en oro. A pesar de la expectación que produjo este hecho, su llegada se demoró y no pudo ser mostrado en la procesión de Santa Ana de ese año. “Así que, como había que sacarlo a la calle, se hizo otra fiesta el 15 de agosto celebrando a San Joaquín”, comentó Eduardo Carcavilla, presidente de la Congregación de Santa Ana.

Bandera

Desde entonces y con unas dimensiones de 2,72 metros por 1,40 de ancho el manto y de 1,40x1,08, el delantal, realizados ambos sobre un tejido base de tafetán de seda con una trama de 30 de hilos metálicos de plata, se ha convertido en el traje de gala de la Patrona. Y, aunque sólo lo viste una vez al año y ya fue restaurado en Francia en el año 1908, ambos necesitaban ser sometidos a un proceso de restauración para poder lucir de nuevo en todo su esplendor. “Han realizado una limpieza, tanto superficial mediante microaspiración de los tejidos, de los hilos metálicos mediante hisopos humedecidos en alcohol así como la eliminación de manchas de cera”, explicó Carcavilla.