Tudela

La lluvia no frenó el volteo del Volatín

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La incesante lluvia que caía sobre Tudela el pasado sábado no frenó a los tudelanos en su afán por conseguir un balón de la Orden del Volatín y, resguardados bajo paraguas o chubasqueros, fueron llenando la plaza de los Fueros. Momentos antes del baile y estallido del Volatín, el periodista tudelano Pedro Blanco tenía el honor de presentar al pregonero 2009, el pintor, también tudelano, Tomás Muñoz Asensio, hijo del fallecido César Muñoz Sola.

Tras el discurso de Muñoz, el muñeco salía al balcón para dar un susto a los presentes, ya que un primer estallido se produjo en el interior del edificio (donde se prendió la mecha para que no se mojase), afortunadamente sin provocar incidentes, aunque llenando la estancia de humo.

Un gorro rosa con lunares naranjas, pelo largo, un chaleco de rayas rojas, marrones y verdes, y un pantalón negro completaban el atuendo “hippie” del muñeco que por los volteos recibidos, enseguida se quedó sin ropa (también ayudado por la mano del carpintero José Pérez), para dar paso a la tradicional lluvia de balones (1.400) y globos (1.000) desde los balcones de la Casa del Reloj y de la residencia Nuestra Señora de Gracia, momento en el que la lluvia dio un pequeño respiro a los presentes.