Gurelur rechaza el proyecto denominado Parque Fluvial del Ebro por su insostenibilidad ambiental, ya que su ejecución supondría la eliminación de los escasos valores naturales que todavía tiene este degradado río en la zona afectada por el proyecto. Los políticos navarros cuando dirigen sus miradas a nuestros ríos, en vez de trabajar y destinar nuestros impuestos a la eliminación de los graves problemas que sufren, se deciden por actuaciones constructivas, al parecer más rentables políticamente, que agravan todavía más los verdaderos problemas de nuestros ríos.
El río Ebro a su paso por Navarra presenta graves afecciones ambientales, como es la contaminación de sus aguas por el vertido de aguas fecales y de aguas contaminadas por residuos peligros; la presencia de especies alóctonas que están afectando a la fauna autóctona; la eliminación de sus orillas por dragados y canalizaciones innecesarias, y la eliminación de sus madres y meandros por obras parecidas a las que se realizan en los proyectos de parques fluviales.
Un ejemplo: Los Parques Fluviales de Pamplona
En vez de trabajar en la eliminación de estos problemas, se realizan proyectos, que bajo la denominación de parques fluviales, contemplan la construcción de vías hormigonadas para acercar a las personas a zonas naturales con la consiguiente molestia a la fauna y el incremento de basuras; la desnaturalización de las orillas y de los espacios anejos a los cauces fluviales con la implantación áreas recreativas y demás instalaciones lúdicas, dragados y canalizaciones para proteger las mismas; y la eliminación de la flora autóctona para la plantación de especies ornamentales, no en vano los tramos de los ríos afectados por estos proyectos son tratados como parques urbanos.
Un ejemplo de las graves afecciones que ocasionan la puesta en marcha de los denominados parques fluviales, se puede observar en Pamplona y su Comarca, donde con la burda excusa de acondicionar las orillas de los ríos para acercarlos al ciudadano y recuperarlos ambientalmente, han eliminado la mayor parte de su vegetación autóctona, han construido escolleras, realizado dragados, privatizado sus orillas, en definitiva, donde había ríos con naturaleza ahora tenemos canales de agua bordeados de parques urbanos y periurbanos.
