Tudela

Feliz Navidad para todo el año

A veces, alguien se empeña en recordarnos lo entrañable que es reunirse ante la mesa en una cena eterna, llena de bebidas y comida por doquier. Además, los regalos, útiles o no, suelen ser el complemento ideal. La vida se traduce, prácticamente, en dos fechas “de pascuas a ramos” y la evocación del pasado se tiñe de nostalgia por recordar a los seres queridos.

Todo esto es puro folclore superfluo, y constituye el elemento neutro de una fiesta a la que te arrastran a pesar de tu desgana. ¿Es que hay algo más bonito? nos dicen.

Sí, seguramente, hay cosas más bellas que los adornos callejeros y esas luces de neón que me guardo en mí imaginación a qué se parecen. Y esos hombres de blanco y rojo, a veces con capa, que pueblan nuestras azoteas y balcones enseñándonos que el deporte de la escalada no es tan peligroso.

Por no decir del plomizo repertorio del Feliz Navidad, y sobre todo el besuqueo, un poco hipócrita y rentable para Movistar, del Feliz Año Nuevo.



Pero, han reflexionado ustedes sobre el árbol. ¡Qué horror!