Tudela

El poder de las palabras

El lenguaje es un arma tremendamente poderosa que está devaluada. Las palabras pueden ser las cuchillas que aniquilen una relación o la clave para que se acabe un conflicto que se ha llevado la vida de miles de personas. Palabras como perdón, gracias, paz y amor tienen una frecuencia vibratoria que cambia el estado mental de quien las emite y las recibe. ¡No hay que tomarse el vocabulario a la ligera!

¿Con qué palabras te hablas a ti mismo? Ten cuidado porque la mente es bastante seria, no tiene sentido del humor y se va a creer cada una de las palabras que te dices a diario.

Los niños especialmente son como esponjas. Absorben lo que escuchan y, a falta de una estructura de carácter sólida, se forjan su identidad y la imagen de sí mismos en función de las palabras con las que les hablamos. "Qué pesado eres", "mira que eres lento",

"no seas malo con tu hermana", "no seas tonta"… son algunas de las frases que, creemos que inocentemente, reciben los más pequeños. Eligiendo con conciencia las palabras con las que nos dirigimos a nosotros mismos y a los demás podemos cambiar su mundo y el nuestro. Sería maravilloso ser responsables y usar un lenguaje positivo y amable para cambiar el mundo a mejor.

Mari Carmen Cristóbal

Psicóloga