El plan de manejo de la cigüeña blanca en la Colegiata de San Miguel ha finalizado con la satisfacción de todas las partes implicadas.
Con una inversión de 105.000 euros, los trabajos durante estos dos años han buscado garantizar el equilibrio en la convivencia entre el monumento nacional alfareño y su colonia de cigüeña blanca, un importante recurso turístico al suponer la mayor del mundo sobre un edificio. Para ello, los trabajos se han centrado en fijar en 89 los nidos que se asientan sobre las cubiertas de San Miguel, después de que hayan llegado a superar el centenar. “Hemos conseguido preservar la Colegiata de daños estructurales, de filtraciones y de deterioro, además de evitar el riesgo de caídas de nidos a la calle”, valoró el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Iñigo Nagore.
Para conseguirlo, los trabajos han movido 45 nidos, unos reubicándolos en las puntos de refuerzo de la Colegiata y otros trasladándolos a los postes señuelos en los pantanos de La Molineta o en los Sotos del Ebro. Y para evitar que no vuelvan a anidar, han colocado mallas en repisas, ventanas y pináculos, varas y pastores eléctricos, etc.
Tanto la alcaldesa como el párroco apelaron al consenso entre todas las instituciones para lograr este equilibrio que garantice la preservación de ambos tesoros alfareños.
