Poco a poco la niebla de la crisis ha bajado a nuestro alrededor y lo ha cubierto todo, donde todo era esperanza y proyectos ahora es incertidumbre y dudas. La gente tiene miedo a tomar decisiones y a arriesgarse en una economía que es complicada y con un futuro negro, muy negro. En esta niebla llamada crisis aparecen los bancos como faro que no ilumina, sino que ha provocado el choque de muchas empresas y ahora ha llegado el turno a las familias.
Para una persona que confiaba en los bancos, que confiaba en que esa imposición a plazo fijo estaba asegurada o que confiaba en que esta casa era suya es muy difícil aceptar esta nueva situación, la situación de miedo y de desconfianza de todo.
Más de 700.000 familias en toda España tienen sus ahorros bloqueados en esta época maldita y cada día surgen nuevos casos de embargos y desahucios. El “todo vale” ha sembrado una situación de miedo y desánimo que ha provocado que las personas nos sintamos desprotegidos ante estos gigantes bancarios.
¿Qué hacemos ante ellos? ¿Cómo nos defendemos? Por separado somos vulnerables, pero si nos unimos nos hacemos grandes y podemos plantarles batalla. Unámonos en plataformas y comités y hagamos que el mensaje llegue a todas las personas, juntos podremos cambiar una situación y empujar a realizar leyes que nos favorezcan. Necesitamos que se nos proteja ante los gigantes y nosotros debemos provocar esta protección. De nosotros depende cambiar esta situación porque nuestro destino nos pertenece.
Porque como decía Khalil Gibran, “por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”.
