Tudela

El exterior también importa

¿Más o menos plantas?

Si la decoración de las estancias de la casa resulta todo un reto para diseñadores, que disponen su creatividad para dar alternativas al cliente, y los propios inquilinos, que dejándose guiar por la oferta tratan de encontrar su propio estilo, no lo es menos la puesta en escena del jardín.

No por estar al margen de la casa o por ser -muchas veces- un área muy pequeña se trata de un espacio olvidado. Nada más lejos de la realidad. El jardín,

ya sea extenso o coqueto y pequeño, se muestra a veces como una zona perfecta para realzar

el estilo y la impronta expuestos en la decoración interior.

La madera nunca falla

Las plantas, lógicamente, constituyen el elemento central en cualquier patio o jardín. Ahora bien, ¿en qué medida se le debe dar más o menos protagonismo? Obviamente, contar con una gran superficie dedicada al espacio exterior de la casa invita a recrearse y a disponer una variedad de plantas, incluso arbustos y árboles. Sin embargo,

en los últimos años se ha impuesto otra moda que da menos protagonismo al verde característico de las plantas y más a elementos como la tierra o la grava.

Se trata del estilo 'zen', ligado a la armonía y el bienestar espiritual y originario de Oriente, concretamente de Japón.

El 'zen' propone jardines menos cargados de verde y más dados a jugar con tonalidades grises a través de áreas de gravilla o pequeñas piedras. El 'zen' al más puro estilo japonés de principios de siglo ha dado un giro desde el siglo XX, comenzando a integrarse con zonas verdes de césped, que ha ganado terreno a elementos como las rocas, genuinas de este estilo. Como contraste con respecto a los 'jardines tradicionales', la estructura visual del conjunto está claramente más ligada a las líneas rectas y las formas geométricas, pese a que la evolución hacia lo ecléctico también ha influido en dicho aspecto y no son pocas las 'salidas' de lo recto hacia lo ligeramente curvo.

En cuanto al mobiliario, buscar el contraste entre los elementos naturales y los hechos por la mano del diseñador supone casi una obligación para dotar de personalidad al jardín. La madera, en tonos pardos, nunca pasará de moda como contrapunto a la viveza del césped o el colorido de las flores.

Ya sea en tarimas, mesas

o sillas, combina a la perfección y aporta un toque especial

al conjunto, más aún si se trata de maderas naturales que suponen un guiño al propio entorno natural.