El Ayuntamiento de Tudela ha hecho balance de las consecuencias del desbordamiento del Ebro que ha azotado a la Ribera desde la pasada semana hasta el inicio de esta misma. En total, calcula que unos 522 vecinos del Casco Antiguo se han visto afectados por daños a sus viviendas, garajes y locales. Esta cifra no incluye los garajes del Paseo Pamplona ni a los agricultores, pese a que la estimación de hectáreas de cultivos anegadas en el término de Tudela es de 1.500.
Luis Casado, alcalde de la capital ribera, ha aportado estos y otros datos en una comparecencia llena de expectación y con más medios de los habituales. Casado ha querido mostrar su agradecimiento a “todos los ciudadanos que cumplieron las medidas adoptadas de forma previa a la riada” y a “todas las entidades que han colaborado en las tareas de coordinación”, como es el caso de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, técnicos municipales y empresas privadas que han ofrecido su ayuda.
Durante los días en que ha durado la inundación, Protección Civil ha realizado 116 intervenciones, entre las que se cuentan un traslado de una vecina al hospital por una caída, 25 evacuaciones, 15 entregas de alimentos y 5 intervenciones conjuntas con bomberos por cortes de luz, derrumbes o escapes de gasoil. Casado ha destacado también la “labor sin desmayo de la Policía Municipal en la regulación del tráfico, la ayuda en la retirada de vehículos y su servicio constante de información al ciudadano”.
Instalaciones municipales dañadas
Los daños en instalaciones municipales se centran sobre todo en el complejo Ribotas, cerrado al público durante cinco días y que, una vez reabierto, todavía no cuenta con suministro de agua caliente. Se prevé la sustitución de la caldera de gas y las bombas de calefacción (9.000 euros) y la del suelo de la pista de squash, que ha quedado inservible tras la riada y que costará unos 10.000 euros. Todavía hay otros daños en paredes, cuadros eléctricos, césped, mallas protectoras y vallado que están sin cuantificar.
En el apartado de caminos, el Servicio de Montes del Ayuntamiento ha estimado una valoración provisional de daños de 90.000 euros, aunque el consistorio está a la espera de la valoración que realicen las comunidades de regantes.
A partir de ahora, los pasos que va a dar el consistorio se centrarán en varios puntos concretos. Como prioridad, terminar de recoger todos los daños causados. “Hay que arreglar las motas que más urgencia requieren para evitar que esto se vuelva a repetir y hay que hacerlo con rapidez”, dijo Casado, quien aseguró que se solicitó al Ministerio “rapidez a la hora de actuar y premura en la llegada de las ayudas”.
Por otro lado, se enviarán los balances de daños a las aseguradoras con informes de los técnicos municipales y se facilitará un servicio de información a los vecinos en el SAC. “Se les explicará y aconsejará a la hora de realizar trámites y se les detallarán las opciones que tienen en cuanto a ayudas e indemnizaciones”, dijo Casado.
Por último, se pedirá al Gobierno de Navarra un estudio en profundidad sobre los posibles daños en la estructura del Puente del Ebro. Casado, no obstante, ha recalcado que esta medida, al igual que el corte de tráfico preventivo que se realizó, no responde a “ningún peligro constatado”.
