Una alternativa digna
na de las opciones para practicar una Navidad más solidaria, es la de adquirir estos días productos de comercio justo. Este concepto permite superar el de “ayuda a la cooperación”, que es el que impera en las relaciones entre países del norte y del sur. El comercio justo supone dejar a un lado actitudes paternalistas y establecer relaciones entre iguales.
El motivo de recurrir a este tipo de intercambios es que, actualmente, el comercio es una de las mayores causas de empobrecimiento de los países del Sur. La gran mayoría de productos que consumimos a diario se comercializan según las reglas del mercado tradicional. Este mercado está dominado por las todopoderosas multinacionales. Casi todas pertenecen a países desarrollados, pero, para conseguir mayores beneficios, se instalan en lugares donde hay mano de obra barata, aunque esto suponga recurrir a la explotación infantil o a condiciones laborales infrahumanas sin ningún tipo de derecho sindical. Causan pobreza, discriminación de la mujer, violación de derechos humanos, contaminación, o agotamiento de los recursos naturales.
Comercio justo en Tudela
El comercio justo, por contra, está al servicio de las personas, y no de los beneficios de las grandes empresas. Ademas, se entiende como un servicio recíproco: el productor debe suministrar buenos productos y el consumidor debe corresponder con un precio que permita al productor vivir dignamente.
Este concepto, el de la dignidad, cobra gran importancia en ete tipo de comercio, donde además, se favorecen estructuras comerciales colectivas. Los productores se registran bajo forma de asociaciones, sociedades cooperativas o microempresas. La estructura debe ser participativa y democrática. Además, es necesario que los trabajadores tengan salarios y condiciones de trabajo dignos.
Igualmente, se eliminan los intermediarios y especuladores, debe existir igualdad entre hombre y mujer en el trabajo, y las redes de distribución se ligan a movimientos sociales.
En Tudela, es posible adquirir productos procedentes del comercio justo. Desde hace casi diez años, funciona una tienda en la calle Rúa, en la que se puede encontrar todo tipo de productos. “En cuanto a alimentación -nos explica Lucía Úcar, una de las responsables de la tienda-, hay café, miel, tes, azúcar, pasta, cacao, mermeladas, chocolates, un arroz que se vende muy bien porque está buenísimo, caramelos, pastas, hongos secos... De licores hay mojito y ron. Después está todo el tema de artesanía: hay bisutería, marcos para fotos, jarrones, figuras, algún mantel, cajas de madera, candelabros, algún tapiz, etc...”.
Los países de origen de estos productos son, principalmente, Chile, Bolivia, Perú, India, Tailandia, Cuba, Vietnam, Guatemala y Ecuador.
Hacer que este proyecto funcione es posible gracias a una veintena de personas que, de forma voluntaria, dedican su tiempo libre a esta tienda. El local abre de lunes a viernes, de cinco y media a ocho. “De cara a las navidades también abrimos los sábados por la tarde - explica Lucía-. Y los días más críticos de diciembre, por la mañana. Además, salimos una vez al mes al mercadillo. Allí es donde más se vende”. Otra opción que empieza a ponerse de moda es la de hacer cestas de Navidad con estos productos: Una forma de tener un detalle y colaborar por conseguir un mundo un poco más humano y más justo
