Tarazona

Casi 500 nichos más en el cementerio de Alfaro

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Cuando apenas le quedaban unos nichos libres, los alfareños han visto inaugurar en estos primeros días de septiembre la ampliación del cementerio municipal, una obra larga en el tiempo, costosa en lo económico y en los quebraderos de cabeza para los responsables municipales por los diversos inconvenientes que ha sufrido.



Iniciada en junio del 2011, la ampliación ha crecido a la vera del cementerio, pared con pared. Y con una inversión de 816.364 euros deja dos hileras de 488 nuevos nichos, además de espacio suficiente para una futura ampliación con otros 264. Con todo, la previsión es que la nueva capacidad dé servicio a la localidad por, al menos, una década, según el arquitecto director de obra, Ángel Fernández.



Ese alto presupuesto es que ha sido necesario para cubrir los problemas que han surgido durante las obras. El primero llegó a las semanas de comenzar: el subsuelo no era lo suficientemente firme y tuvieron que meterse más de 200.000 euros para consolidarlo. Al año, en agosto del 2012, la empresa adjudicataria, la gallega Paraxe Construcciones, abandonó las obras. Tras los largos trámites legales, la alfareña Construcciones Alberto Varea se hizo cargo de continuarla. Pero en enero de este año, el derrumbe de la pared de una hilera de nichos dejó 80 al aire, un nuevo problema, sobre todo por el impacto anímico para familias y vecinos.



Ante tanto inconveniente, la alcaldesa Yolanda Preciado expresó en la inauguración de la ampliación la satisfacción por finalizar “una obra muy necesaria que tenía toda nuestra inquietud”. En este acto, todos los asistentes aplaudieron el diseño diáfano del espacio, que abre a una sensación de tranquilidad, sosiego y amplitud, como el que ofrece el mirador que surge a los Sotos del Ebro.