Durante el mes de mayo de 2007, una parte de la Zaragoza se vio sometida a fuertes lluvias que originaron acontecimientos catastróficos en varios lugares e infraestructuras que afectaron de modo concreto y directo a varias carreteras de la red viaria provincial, así como a la alteración de las condiciones de equilibrio de terraplenes y macizos rocosos que, posteriormente, dieron lugar a fenómenos de inestabilidad.
Estas circunstancias motivaron la ejecución de los trabajos necesarios para arreglar un total de 6 carreteras, entre ellas, la CP-2 Mallén-Novillas, CV-841 Sos-Uncastillo y CV-628 Malpica-Uncastillo. La reparación se llevó a cabo por el Servicio de Vías y Obras, salvo en algunos casos que requirieron la colaboración de empresas externas, lo que supuso un gasto de 418.000 euros. En concreto, estos trabajos fueron la reparación de daños en la CP-2 Mallén-Novillas (7.025 euros); el deslizamiento de una ladera en la vía que une Sestrica con Viver y la restauración de la CV-821.
