Fitero

Recuperación de las bóvedas en Fitero

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El claustro del Monasterio de Santa María de Fitero recuperará para el próximo mes de enero las bóvedas de piedra hundidas hace 120 años en la esquina suroeste de la galería, en la que es la sexta y penúltima fase de la rehabilitación integral del claustro.

Las obras de esta etapa, que comenzaron a finales de abril con un plazo de ejecución de nueve meses, tienen un presupuesto de 886.285 euros, financiados al 50% por el Gobierno de Navarra y la Unión Europea, a través de los fondos FEDER, de Desarrollo Regional, para el período 2007-2013.

La principal actuación de esta fase es la recuperación, siguiendo el estilo original, de las tres bóvedas y media del claustro bajo (planta baja) que se vieron afectadas por el hundimiento de hace 120 años. Se trata de un trabajo “complejo”, según explican los técnicos que están ejecutando las obras, debido a que se trata de una crucería estrellada, realizada con piedra.

Más restauraciones

Con esta actuación finalizarán los trabajos en la estructura de la galería, después de que el año pasado, durante la quinta fase de la rehabilitación, se desmontara la reparación realizada hace 120 años tras el hundimiento y se rehicieron los tres tramos de arcadas, así como la cubierta y las bóvedas del claustro alto (primera planta), estas de ladrillo, que se vieron afectadas en el derrumbe.

Otras actuaciones de esta etapa son la restauración de los paramentos (paredes) del claustro alto, la escalera de acceso al coro alto con su descansillo y las salas sobre la nave lateral sur y sobre la sala capitular, así como la escalera hurtada entre ambas. Las obras están siendo ejecutadas por la empresa Construcciones Zubillaga S.A.

Terminados estos trabajos, en una séptima y última fase, se procederá a la restauración de los muros, suelo y acabados del claustro bajo y de la sala capitular. Con ello, finalizará el plan de rehabilitación previsto, que se inició en 2008 y que hasta el momento ha comprometido un gasto de 4.871.580 euros.

El claustro, monumento de gran valor

El Monasterio de Fitero, primer cenobio de la orden cisterciense en la Península Ibérica, tiene en su claustro uno de los monumentos histórico-artísticos de mayor valor en Navarra y fue declarado como tal en 1931. Sus muros perimetrales fueron construidos entre los siglos XII y XIII y las arquerías y bóvedas en el XVI. En 2007 fue cerrado al público debido a su progresivo deterioro y en 2008 el Gobierno de Navarra inició su restauración, planificada en siete fases.